Al llegar al
cementerio de la parroquia de Zámbiza pudimos apreciar que varios
elementos de la policía nacional se encontraban pintando la fachada. Paúl
Balseca, elemento de la policía del sector, nos comentó que respondían al pedido
de la comunidad, que a través de un oficio solicitó ayuda para adecentar la
fachada del campo santo, destacando que la pintura les fue entregada por los vecinos
del sector.
Llegamos cuando se
estaba celebrando la misa y pudimos
constatar que todavía existe la tradición de venir a comer a lado de las tumbas de sus familiares.
Carlos Rojas, mientras limpiaba la tumba de sus suegros, nos comentó que hace cuarenta años atrás, al visitar a sus
difuntos, era como si el cementerio se disponía a celebrar una boda, porque se
traía una variedad de comidas, entre ellas; el pollo, el cuy y la cerveza. La
costumbre era la de tomar un vaso de cerveza para el difunto y uno para cada
uno de los familiares que se encontraban alrededor de la tumba. En otro lugar
del cementerio, doña Juanita y su esposo con gran seguridad enfatizaron, que
ellos cumplirán con la tradición de
venir a comer, ponerle flores y coronas en las tumbas de sus seis hijos hasta
el día de su muerte.
Al salir del
cementerio pudimos hablar con Julio Carrera quien estaba en la puerta del
cementerio recogiendo las colaboraciones de sus visitantes para poder pagar el
impuesto del cementerio, porque el año pasado tuvieron que pagar más de
cuatrocientos dólares que estaba en mora y aun así no les alcanzó para cubrir el adeudo. /J. Burga.
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