Los campuseros ecuatorianos vivieron una fiesta tecnológica durante 5 días

3.000 campuseros participaron en la quinta edición del evento tecnológico más importante del Ecuador, que tuvo lugar del miércoles al domingo en Cemexpo. Fotos: Micaela Ayala V./Andes
Agencia Andes 04/10/2015

Cientos de computadoras encendidas en grandes hileras de mesas y frente a ellas 3.000 jóvenes amantes de la tecnología que llegaron a la quinta edición del Campus Party Ecuador para compartir sus experiencias, crear nuevas aplicaciones, mostrar sus emprendimientos o simplemente para disfrutar de la rapidez del Internet que este evento brinda a sus asistentes.

No importaron las largas colas, ni tampoco faltó espacio para llevar con ellos enormes televisores, grandes computadoras y demás aparatos tecnológicos para hacer más placentera su estadía en el Centro de Exposiciones Mitad del Mundo (Cemexpo), durante los cinco días que dura el evento.

El primer campusero en ingresar a Cemexpo, el miércoles cuando se abrieron las puertas, fue el guayaquileño Jhonn Vinces, de 20 años, que esperó más de 25 horas. “Este año me puse el reto de ser el primero en ingresar, por lo que decidí llegar el día martes a las 11:00 a las instalaciones junto con mis otros compañeros de la comunidad digital ‘CryptoParty’.

Los asistentes se dividieron en cuatro zonas: Innovación, Vida y Tecnología, Startups and makers y Ciudades Digitales, en las que participaron distintos expertos y aficionados sobre temáticas de innovación. Las ponencias magistrales estuvieron a cargo de Pau García Mila, Bruce Dickinson y Thierry Bouffoux.

Este domingo el Campus Party culminará con la premiación de los ganadores de los distintos retos que pusieron empresas públicas y privadas, en las que había aplicaciones, plataformas y productos que fomentaran la innovación en el país.

Los inventores que apuestan al emprendimiento nacional

Franklin Guerra y Oswaldo Longo llevaron al Campus Party su simulador de vuelos con el que pretenden abaratar costos para el país.

Robots que imitan los sentimientos de las personas o que combaten con otros en un ring, impresoras 3D, plataformas virtuales para conseguir empleo o que conecta a los innovadores con empresarios que quieran aportar capital semilla para que sus productos salgan al mercado, incluso piezas de arte…son algunas de las ideas que se divisan en el Campus Party.

Entre todos estos innovadores hay una pequeña que resalta, se trata de Emily Ulloa, de 7 años, quien construyó con ayuda de su padre y su tío el Dini-Robotini, un robot que ayuda a los niños autistas a mostrar sus sentimientos escondidos. Este robot tiene cuatro emociones: feliz, normal, enojado o triste, cada una de las cuales lo demuestra.

Emily se empezó a preocupar por los niños autistas después de ver un video en el que veía como sus padres sufrían y se preocupaban por no saber cómo comunicarse con sus hijos. “Me demore bastante tiempo en la creación pero valió la pena porque todo salió perfecto”, señaló a Andes esta pequeña.

En otra parte de Cemexpo estaba el latacungeño Franklin Guerra, un emprendedor que diseñó una plataforma para la simulación de vuelo para la formación de pilotos, que puede permitir la reducción de costos para el país.

Guerra comentó a Andes que la Fuerza Aérea Ecuatoriana prestó la infraestructura para la realización de esta plataforma, pero fue él junto a su compañero Oswaldo Longo quienes realizaron la tecnología de hardware y software y además gastaron en todos los implementos para la infraestructura.

Emily Ulloa, de Manta, mostró su robot que ayuda a los niños autistas a expresar sus emociones.

“Cuando Ecuador intentar adquirir este tipo de equipo los costos son sobre 100.000 dólares, hacer la tecnología dentro del país genera una reducción de costos impresionantes. Lo que necesitamos es gestionar bien las cosas que tenemos para poder generar productos que en un futuro puedan ser ofrecidos como una opción de entrenamiento para sus pilotos”, señaló Guerra.

En el evento tecnológico participaron también los clubs de robótica de distintas universidades quienes presentaron sus prototipos de robots y también realizaron concursos especiales. Fue el caso del club de la Universidad Politécnica Salesiana que preparó la batalla de robots en distintas categorías.

Junto a una jaula en la que disputan su fuerza los robots más grandes está Edy Guamán, quien llegó desde Guayaquil para participar en el Campus Party. El comentó que tienen distintas categorías para las batallas como mega zumo, mini zumo y también los robots que juegan fútbol y seguidores de línea, que tienen que probar su velocidad.

El arte estuvo presente con la empresa Arte Green que se dedica a reciclar desechos electrónicos para realizar piezas de colección. Jorge Rivera, propietario de la empresa, explicó a Andes que es una forma de ayudar al planeta porque hay muchas instituciones que no saben qué hacer con su basura electrónica y ellos ayudan a demostrar  “que sí se puede reciclar este tipo de desechos”.

También participó Fabricio Reyes con una impresora 3D fabricada 100% en Ecuador y que planea lanzar al mercado el próximo año. Junto a  su invento posa una máscara del superhéroe Iron Man que fue fabricada en la impresora. El explicó que la diseñó el mismo al igual que la impresora en la que participaron varios de sus compañeros en la realización del software y hardware.  

No todo es aprendizaje, también hay fiesta y juegos


Los campuseros recibieron 260 horas de contenidos entre charlas, conferencias magistrales y talleres pero en el Campus Party no todo es aprendizaje, también hay mucha diversión. Varios de los asistentes prefieren está reunión para hacer nuevos amigos o para jugar en línea, aprovechando la velocidad del Internet de 7GB por segundo que ofreció la empresa Movistar.

Los campuseros aprovecharon el espacio para jugar o compartir con sus nuevos amigos.

También hay quienes después de las charlas magistrales y cuando la mayoría del público y visitantes se van, aprovechan para armar la fiesta, cantar karaoke, hacer competencias de juegos, ver películas o simplemente compartir con sus nuevos amigos en sus redes sociales.

Aquí tampoco falta la comida, las charlas y las risas, los nuevos o viejos camaradas bromean y disfrutan al máximo de la tecnología, la pasión que los une, y muchos se desvelan toda la noche al preparar las mejores innovaciones que se presentarán al público al siguiente día o quizá en la siguiente edición del Campus Party a la que acudieran otro puñado de jóvenes amantes de la tecnología.