FOTO: Jenny Burga
30/08/2015
La tranquilidad de la hermosa
parroquia de Lloa, se vio interrumpida por la llegada de cientos de personas de
las diferentes delegaciones de las 33 parroquias rurales de Quito y sus 3
Comunas (Llano Grande, Cocotog, y Chilibulo), quienes desde tempranas horas de
la mañana de este día sábado 29 de agosto, llenaban el centro parroquial del “Valle
Andino Volcánico de Ensueño”.
El vigésimo tercer
"Encuentro de Culturas de las Parroquias Rurales de Quito",
concitó el interés de propios y extraños, que en un gran número de visitantes
se fueron dando cita en el transcurso del día. El hermoso marco paisajístico de
Lloa sirvió como un referente de lo que serían las actividades de este fin de
semana.
A partir de las 10 horas, el
desfile y alegorías que mostraron las diferentes delegaciones parroquiales,
permitió conocer de la multiforme diversidad de la identidad rural quiteña. A
pesar de ciertos problemas en la organización general del evento, entre ellos;
la falta de un grupo de acogida que dirija a las diferentes delegaciones a un
punto de llegada específico. Fue la calidez de los pobladores de Lloa, la que
permitió que cada visitante disfrute plenamente de este gran encuentro,
representativo en la ruralidad.
Arturo Sotomayor presidente de la
parroquia rural de Lloa, mostró visiblemente su entusiasmo, mientras con brazos
abiertos recibida a las diferentes delegaciones. Para el medio día, varios
vehículos municipales con vidrios cerrados, arribaron hasta el estadio de Lloa.
Mauricio Rodas Alcalde de Quito acompañado de su comitiva institucional, se
hacía presente para compartir un momento con los cientos de personas que ya
colmaban la infraestructura deportiva. En su discurso enfatizó el trabajo que
viene realizando en favor de las parroquias rurales de Quito.
Para la noche estaba prevista la
presentación de la agrupación boliviana los Kjarkas, mientras que para el día
domingo, Ángel Vega presidente de la parroquia de Pifo, recibiría la posta del
priostazgo de este vital encuentro, que por más de dos décadas se viene
realizando en la ciudad capital de los ecuatorianos. La Música de “Los 4 del
Altiplano” cerrará las experiencias rurales de este vigésimo tercer encuentro
de parroquias.
El punto clave de las diferentes
actividades, fue sin duda el compromiso de cada uno de los moradores de la
ruralidad, que a través de sus esfuerzos individuales, permitió que esta
actividad no se vuelva en una más del archivo, demostrando que en cada rincón
rural de Quito, existe una riquísima cotidianidad.
Uno de los ejemplos claros, fue
el demostrado por la parroquia de Calderón, quienes con una delegación de 120
personas, entre gestores culturales, adultos mayores, músicos y danzantes, cruzaron
la centralidad de Lloa con su carro alegórico, con una muestra de la diversidad
de su territorio.
Zanqueros, danzantes, payasos, diablo humas,
vaca loca, capariches, aguadores, yumbos de las diferentes delegaciones
parroquiales, de igual manera realzaron este encuentro que más que un atractivo
turístico, es un fuerte llamado de la ruralidad quiteña a la unidad y hermandad
de los parroquianos, quienes ya no se asumen como simples espectadores, sino
como parte de una cultura viva, pero sobre todo de la comunidad ecuatoriana. ¡Que Viva la Ruralidad Quiteña! /C. Hidalgo