La Premio Nobel de la Paz en 1992, Rigoberta Menchú, calificó este jueves de “impresionante” la decadencia espiritual existente a nivel mundial y convocó a una Cumbre de Pueblos Indígenas de Alto Nivel para abril el próximo año, en Ecuador, durante una conferencia magistral en la Asamblea Nacional (AN) en Quito.
“La decadencia espiritual en el mundo es impresionante”, afirmó la líder indigenista guatemalteca al disertar en el máximo órgano legislativo, donde disertó sobre una 'Agenda Programática para Pueblos Indígenas en el Siglo XXI´, en un foro presidido por las dos vicepresidentas parlamentarias de Ecuador, Rosana Alvarado y Marcela Aguiñaga; y además, el presidente de la Comisión de Biodiversidad de la AN, Carlos Viteri Gualinga.
Menchú, quien visitó la víspera la contaminación dejada por la petrolera estadounidense Chevron-Texaco en la Amazonía, señaló que es preciso volver a retomar el camino de la humanidad frente a la pobreza espiritual contemporánea y ello es posible a través de las redes sociales, donde esta se reproduce y hoy se transmiten mensajes de broma y campañas sucias.
“Imagínense el mensaje diario de 3.000 millones de habitantes del planeta que tuvieran una conciencia de su existencia como una misión para la vida; cambiaría el rumbo de las redes sociales”, indicó.
De ello ocurrir, según dijo, “ya no sería el intercambio de bromas, de chistes, a veces de campañas sucias, sino una red social que vendría a globalizar los valores, la ética y al ser humano como un ser humilde, pero un ser constructor de cosas buenas".
Expuso que la complementariedad es uno de los principios básicos que hacen posible no solo la existencia, sino la coexistencia, y ello tiene que ver, en su opinión, con la capacidad de la construcción para los demás, un valor ancestral.
“Muchos de los principios y valores ancestrales hoy los necesita la humanidad, y no un pueblo u otro, ya que jamás se podrá resolver solos todo, por muy dotados de cualidades o conocimientos que se tengan”, indicó.
La líder indigenista guatemalteca también reconoció los avances en la lucha de las comunidades nativas hasta lograr la aprobación de la declaración universal de los derechos de los pueblos indígenas, con 46 artículos, y en particular elogió la Carta Magna de de Ecuador y Bolivia, países a los que consideró “el recipiente” donde se depositan, quizás, muchos de los sueños y anhelos de estas comunidades.
“En Bolivia tenemos esa oportunidad histórica que no podemos perder; (…) En Ecuador, la constitución nueva multicultural y plurinacional, da una tremenda ventaja”, acotó la también Premio Príncipe de Asturias en 1998.
Cumbre de los Pueblos Indígenas de Alto Nivel, en Ecuador, 2016
Rigoberta Menchú manifestó que existen retos y desafíos, aún cuando se han reconocido derechos y delitos de discriminación, entre otros, y por ello de conjunto con el gobierno ecuatoriano, y su presidente Rafael Correa, han convocado a una Cumbre de Pueblos Indígenas de Alto Nivel el próximo año.
“La memoria colectiva nos ha hecho posible escribir una ruta”, enfatizó al señalar la necesidad de ese foro como un punto para abordar los asuntos pendientes y trasmitir las experiencias que existen en este hemisferio en el campo social, de la política, la economía, la cultura y lo espiritual, como el caso de Ecuador con el concepto del ´Buen Vivir´.
"Hay un conjunto de experiencias que tiene América Latina, pero de manera especial algunas áreas de la región que ya puede poner a disposición de la humanidad”, afirmó.
Además, planteó la necesidad de que se establezca una nueva relación entre los pueblos indígenas y los Estados, aún cuando en algunos lugares ya existe esta “muy productiva y participativa”, pero comentó que en otros es preciso mejorar las comprensiones para hacer una proyección de futuro.
Indicó que también los pueblos indígenas no están exentos de la pobreza espiritual o la pobreza material o social, y se refirió a la importancia del papel de los dirigentes en estas transformaciones; en su caso comentó: “quizás no soy un poder exacto, pero soy una referencia moral o una referencia, o un altavoz en algunos temas”.
Por otra parte, expresó sus deseos para dicha Cumbre, la cual, indicó “tiene que ser muy solemne, extraordinaria porque no se va a dar ni en Viena, ni en Washington, ni en Ginebra; va a ser en el corazón de la América”.
Agregó que este evento será en el Sur, “donde siempre debimos a ver tirado nuestra mirada y donde siempre nacerá una esperanza porque allí esta Madre Tierra, los pueblos, su código de ética y su memoria”.