Agencia de Noticias Andes 02/01/2015
Del 01 al 06 de enero, el cantón Píllaro (provincia de Tungurahua, centro andino) revive la mágica tradición ancestral de la ‘Diablada’, que reúne a un gran número de turistas de distintas partes del Ecuador y el extranjero para disfrutar de baile, colorido e increíbles máscaras típicas de este evento cultural.
La Diablada de Píllaro es una celebración popular que en la última década ha crecido y cuya duración sobrepasa las ocho horas. Según cuenta la historia, en épocas coloniales los indígenas se disfrazaban de diablos en repudio a las prédicas sacerdotales y al maltrato físico, psicológico, económico y moral que recibían de los españoles.
Los principales personajes de esta tradición visten máscaras que son elaboradas artesanalmente, su base principal es un molde hecho en bloque de tierra a la que se le adhieren varias capas de papel cauché empapadas en engrudo, y que se la deja al sol para que adquiera dureza.
Luego añaden cuernos y dientes de diferentes animales como cabras, venados, corderos, toros; se le da colorido en varias tonalidades sobresaliendo el negro y rojo.
El atuendo está compuesto por un pantaloncillo rojo que va hasta la rodilla con flequillos dorados a los filos, la blusa o capa roja con filos bordados y flecos dorados. Las medias rojas ayudan a integrar a lo largo el color infernal y las zapatillas mantienen ágiles los pies.
Estas festividades se realizan por las principales calles de la ciudad con un desfile lleno de baile y bandas de pueblo que recorren al ritmo de sanjuanito, saltashpa, tonada y pasacalle. Cada comparsa representa su cultura y tradición acompañados de guarichas y capariches.
Es así que la ´Diablada Pillareña’ reúne a decenas de familias de este cantón, que incentivadas por el ejemplo de sus ancestros, cada año son parte de este evento cultural, y que son ejemplo a seguir por parte de niños y adolescentes de la zona.