La Hora Quito 20/10/2015
Crear espacios más amigables con los animales es lo que buscan con iniciativas como la de colocar dispensadores de comida en espacios públicos.
Los responsables de este proyecto, que inició hace unos meses en el sur de Quito, se reunirán esta semana con autoridades municipales para presentar sus resultados y analizar la posibilidad de llevar esta idea a otros rincones de la ciudad.
Esta apuesta se suma a otras tres iniciativas, que buscan que Quito sea una ciudad más amigable con los canes, especialmente los que fueron abandonados y ahora deambulan por las calles. Estos programas hacen énfasis en el rescate y adopción de la fauna urbana, la entrega de fundas para que la gente cumpla con la obligación de recoger las heces de las mascotas y las campañas permanentes de concienciación sobre la tenencia responsable.
Resultados de dispensadores
La posibilidad de colocar más dispensadores se estudia debido a los resultados que se han obtenido en los tres puntos donde están actualmente: Quitumbe, barrio Hermano Miguel y calle Riofrío. En estos sitios, según los responsables del plan, se alimentan un promedio de 130 canes por día.
La empresaria Marcia Carrera, quien se encuentra al frente de este proyecto que arrancó en julio de este año, confirma que ha recibido pedidos del Municipio para que comparta su experiencia, en particular cómo logró implementarla y como la mantiene.
Carrera explica que los resultados obtenidos se deben a la participación de los propios vecinos de los barrios donde funcionan los dispensadores. “Lo más importante es que la gente del barrio se empodere del tema y de mantenerlos en buen estado hasta que alguien los adopte”.
Una nueva realidad
Diario La Hora constató que numerosos perros abandonados permanecen cerca de los dispensadores que están cerca de las ventanillas de recaudación de la terminal terrestre de Quitumbe.
Uno de ellos llamó la atención del comerciante guayaquileño Danilo Vaca, quien se detuvo para acariciar su pelaje y y preguntarle: “¿por qué estás aquí?”, “¿no tienes dueño?”. Con cada caricia el animal cerraba sus ojos y agitaba su cola a gran velocidad.
Dos obreras de limpieza se acercaron a Vaca y le comentaron que muchos de los canes que se alimentan en los dispensadores de la terminal fueron abandonados por sus dueños tras la negativa de los transportistas de llevarlos en sus unidades.
Entre los perros se destacan algunos como ‘Muñeca’, una perrita que a diario se acerca a los taxistas que trabajan en la terminal. Uno de los miembros de la ‘fuerza amarilla’ Juan Córdova, cuenta que antes de que se instalen los dispensadores, los perros callejeros desparramaban la basura de dos tachos, pero asegura que eso ya cambió. “Ya no provocan suciedad, permanecen aquí y hasta uno de los compañeros se compadeció de la situación de uno de los perritos y le adoptó”.
Otros programas
En Quito también hay otras iniciativas para que haya una tenencia responsable de los animales de compañía. Ese es el caso de los dispensadores de fundas para cumplir la obligación de recoger heces y campañas permanentes de concienciación.
En los parques El Nacional, ubicado en sector de la Jipijapa, en el norte y Solanda, a la altura de la calle ‘J’, funcionan estos dispensadores con fundas que regularmente colocan Unidades de Policía Comunitaria y el Ministerio del Interior.
La Secretaría del Ambiente y el Centro de Gestión Zoosanitaria (Urbanimal), asimismo señalan que se realizan campañas para entregar de manera personal fundas y material informativo a visitantes de los principales parques de la ciudad.