La actividad busca apoyar el trabajo creativo y económico de los habitantes de la parroquia de Calderón a través de sus artesanías hechas a mano.
Con el propósito de ofrecer un espacio para mostrar las creaciones artesanales de la población de Calderón se efectuará este 17,18 y 19 de diciembre la “Feria 2014 apoyo a la comunidad”, específicamente en el parqueadero de la UVC (Unidad de Vigilancia Carapungo) ubicado en la Av. Geovanny Calles y Nápoles a partir de las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde.
“Disfruta regalando lo nuestro” es la consigna de este proyecto, que se encuentra bajo la iniciativa del Gobierno Nacional en coordinación con el Ministerio del Interior y la UVC.
Esta feria está dirigida a las amas de casa, padres de familia, a los chicos y jóvenes sin distinción de edad, que tengan alguna habilidad manual y que construyan algo con sus manos.
Alison Arboleda actual Administradora de la UVC, hace una cordial invitación a todas y todos los habitantes de la jurisdicción de Calderón, para que se inscriban y participen como vendedores de sus manualidades y así mismo visiten esta feria y colaboren con el talento artesanal de la parroquia.
El tipo de creaciones puede variar como por ejemplo tapetes, bufandas, tallados en madera, cuadros de pintura, muñecas, trajes para baño, aretes, pulseras, fundas para cojines, en fin un sinnúmero de artesanías que de seguro serán un excelente pretexto para regalarlo a propósito de la navidad.
Esta es la segunda vez que se genera este tipo de acciones, el año pasado se hizo también una actividad de apoyo a la comunidad, que estaba destinada a las madres que habían sufrido algún tipo de violencia llamada “Feria de emprendedoras”.
La inscripción es totalmente gratuita por lo que las personas que deseen participar pueden llamar al 3814- 850 EXT.1010 y hablar con la Lcda. Ana Quinteros o con la Tlga. Karina Cornejo para que puedan inscribirse. / R. Encalada.
En horas de la mañana de este día lunes 8
de Diciembre, en las instalaciones del Gobierno Parroquial de Calderón, se socializó el proyecto
DULCE NAVIDAD, con la coordinación del GAD Calderón, Administración zonal
Calderón, Comité Pro-mejoras, el reverendo padre Eduardo Moreno y los Grupos Pastorales de la parroquia.
Entre los aspectos más importantes se trataron, rutas y días asignados para cada una de las organizaciones que participarán del proyecto, el
cual busca la integración de instituciones, y ciudadanía en general. Las
organizaciones que participaran son: Comité Pro mejoras de Calderón, Liga
Deportiva Calderón, Administración Zonal Calderón, Centro del Adulto Mayor 60 y
Piquito, Centro de Unión Artesanal de Mazapán, CEDES Calderón, Padre Eduardo
Moreno y Grupo Pastoral, Ensamble de Música Calderón, GAD Calderón, Unidad
Educativa Sarán, Unidad Educativa Particular Luis Merani, As la Radio y CERO
LATITUD.
Este será el cronograma de actividades a realizarse desde el día lunes 15 de diciembre:
CRONOGRAMA
NOVENA NAVIDEÑA “DULCE NAVIDAD”
DÍA
INSTITUCIÓN
FECHA
HORA
RUTA
DÍA 1
COMITÉ PRO-MEJORAS CALDERÓN
15
DICIEMBRE
18:30 A
20:00
Sale desde
Gobierno parroquial en la Calle Antis baja a la Carapungo hasta el Parque.
DÍA 2
LIGA DEP.
CALDERÓN
16
DICIEMBRE
18:30 A
20:00
Sale del
estadio por la Duchicela hasta 9 de Agosto baja por la Quitus y llega por la
Carapungo al Parque
DÍA 3
ADMIN.
ZONAL CALDERÓN
17
DICIEMBRE
18:30 A
20:00
Sale
desde la Capilla sector Bonanza llegando al Parque por el puente.
DÍA 4
CENTRO
DEL ADULTO MAYOR
18
DICIEMBRE
18:30 A
20:00
Sale
barrio la Colonia por la Carapungo contravía hasta llegar al Parque.
DÍA 5
CENTRO DE
UNIÓN MASPÁN
19
DICIEMBRE
18:30 A
20:00
Sale
desde la escuela Tarqui sube por Lizardo Becerra a la Carapungo hasta llegar
al Parque
DÍA 6
CEDES
CALDERÓN
20
DICIEMBRE
18:30 A
20:00
Sale 9 de
Agosto a la altura del mercado hasta la Punín baja a la Carapungo hasta el
Parque.
DÍA 7
PADRE
EDUARDO Y GRUPO PASTORAL
21
DICIEMBRE
18:30 A
20:00
DÍA 8
ENSAMBLE
DE MÚSICA CALDERÓN
22
DICIEMBRE
18:30 A
20:00
Sale
Quitus más arriba de la Pampa hasta 9 de Agosto para tomar la Lizardo
Becerra, llegan a la Carapungo hasta el Parque
DÍA 9
GAD
PARROQUIA CALDERÓN
23
DICIEMBRE
18:30 A
20:00
Sale
desde Av. Cacha todo el barrio la Bolivariana baja por la Antis toma la
Carapungo hasta llegar al Parque
Durante estos días se realizarán
3 actividades: El pase del niño, la novena y Festival de coros.
Participaran 5 Coros del adulto mayor, 1 de Unidad Educativa Sarán, 1 Unidad
Educativa Luis Merani y Ensamble de Música Calderón.
Para el 13 y 14 de diciembre se tiene previsto
la decoración del pesebre en el Parque central y adorno del árbol. Se invita a
los vecinos a ser partícipes, con luces, y ayudando al ornato del mismo.
Para el 23 se tiene previsto un
evento especial con la participación de grupos de danza, mensajes navideños
coros y juegos pirotécnicos.
“Queridos compatriotas, todos. Yo
les tengo que agradecer infinitamente. Soy un paisano medio atravesao. Y el
único mérito que tengo es ser un poco vasco, terco, duro, seguidor, constante.
Y por eso aguanté la cana. Pero
no soy un fenómeno: en realidad, los años de cárcel que me comí fue porque me
agarraron, me faltó velocidad.
No tengo vocación de héroe.
Tengo, eso sí, una especie de fuego adentro contra la injusticia social, contra
las diferencias de clase.
Creo que el hombre es un animal
gregario que ha vivido el 90 por ciento de su historia en familia, en grupos
familiares. Es un mono raro que no puede vivir solo: necesita de los demás y
ese es su disco duro, su disco duro social.
Por eso tiene razón Aristóteles
cuando dice que el hombre es un animal político. Necesita de la sociedad, se dé
cuenta o no se dé cuenta.
Pero la historia, el devenir, ese
10 por ciento arriba de la Tierra, no el 90 por ciento, es responsable de
nuestra civilización.
Nuestra civilización, que nos dio
cosas hermosas, como por ejemplo el hecho de que en este siglo vivimos cuarenta
años más de lo que vivían en promedio hace cien años.
Al fin y al cabo, yo sé que hay
hambre en el mundo. Que hay el doble de población, pero el doble de cantidad de
alimento. Lástima que tiramos por lo menos el 30 por ciento de la comida que
producimos y ni siquiera se la damos a los perros, menos a la gente pobre. Esas
son las contradicciones de nuestra civilización, que nos dan las razones para
seguir luchando.
Nunca el hombre tuvo tanto como
hoy. Nunca. Nunca tuvo tanto conocimiento. No me canso de repetir que en el
mundo se gastan dos millones de dólares por minuto en presupuesto militar.
Decir que no hay plata en este
mundo para un gigantesco plan Marshall que recorra toda la Tierra a favor de
los pobres para integrarlos a la vida humana y agrandar la demanda… Decir que
no hay recursos para eso es no tener vergüenza.
Cuando me dicen que la segunda
fortuna del mundo, gastando un millón de dólares por día tendría que vivir 220
años para poder gastar lo que tiene, pero aun así tampoco podría porque con una
tasa de interés del dos o el tres por ciento anual tiene cuatro millones de
dólares por día.
Y si decimos que en este mundo no
hay plata es porque tenemos la cobardía política de no cobrarles y meterles la
mano en el bolsillo a los que pueden tener y deben dar. ¡Por eso estamos en la
política!
Y por eso luchamos en la política
porque al fin y al cabo, simplificando, es cortar el tocino en trozos más
pequeños en favor de los más débiles. Porque la política es elegir, tomar
decisiones, y elegir y tomar decisiones que favorecen a unos y perjudican a
otros.
Y estás con la mayoría o estás
con la minoría. Ahí no hay término medio. ¡No se puede ser neutral! ¡Hay que
tomar partido!
Pero, aparte de esto, compañeros,
hay otra cosa. Hay una cosa más importante que la justicia. A algunos de
nosotros nos quisieron formar en un mundo convertido en un valle de lágrimas,
para ir a un paraíso.
No te la creo. El paraíso es
este. O la condena es esta. Y es esta vida, y no otra, la que hay que pelearla
para que la gente viva mejor. Y no hay término medio.
Yo no me chupo el dedo con este
homenaje. De aquí voy a salir el mismo viejo.
Lo que tiene sentido es pensar.
Porque hay mucha gente joven aquí en el mundo. Y si
os joven tenés que saber
esto: la vida se te escapa, se te va minuto a minuto y no puedes ir al
supermercado y comprar vida.
Lucha por vivirla. Por darle
contenido a la vida. La diferencia entre la vida humana con las otras formas de
vida es que tú puedes darle una orientación. Tú puedes ser el autor del camino
de tu propia vida.
No eres como un vegetal que vives
porque naciste. Después de haber nacido puedes darle un contenido a tu vida. O
no. Depende de ti.
Porque también puedes enajenar tu
vida para que te la compre el mercado. Y te pasás toda la vida pagando tarjetas
de crédito y comprando cacharro. Y les das para adelante y luego estás como un
viejo como yo, todo lleno de reumatismo, ¿y qué hiciste en este mundo?
Pero si tuviste un sueño y
peleaste por una esperanza. Si intentaste transmitir eso a los que quedan, tal
vez quede un pequeño aliento soplando en las colinas, en los mares. Y serás un
recuerdo que valdrá más que un monumento, que un libro, que una poesía. Serás
la esperanza humana que se irá realizando en las nuevas generaciones.
Compañeros, ¡nada vale más que la
vida, luchen por la felicidad! ¡La felicidad es darle contenido a la vida!
¡Dale rumbo a la vida y no dejes que te la roben!
Y para todo eso no hay receta.
Está acá, en la cabeza, en tu cerebro, en tu conciencia. Si vas a usar la vida,
úsala como la maravillosa oportunidad de haber nacido, casi milagrosa.
Por lo demás, un segundo consejo
a los jóvenes: lo imposible cuesta un poco más y los derrotados solo son los
que bajan los brazos y se entregan.
En la vida puedes darte mil
tropezones en todos los órdenes: en el amor, en el trabajo, en la aventura de
lo que estás pensando, en los sueños que pensás concretar. Pero una y mil veces
estás hecho de ese fuego y de esa fuerza para volverte a levantar y volver a
empezar.
Porque lo importante es el
camino. No una meta. No hay un arco del triunfo. No hay un paraíso que nos
recibe. No hay odaliscas que te recibirán porque volviste de la guerra. No. Lo
caminaste y punto.
Lo que hay es otra cosa. Lo
hermoso de vivir al tope, al filo. En cualquier circunstancia, queré la vida y
luchá por ella e intentá transmitirla. Porque la vida no es solo recibir. Es,
antes que nada, dar algo que de lo que tenés, por jodido que estés siempre
tenés algo para dar a los demás.
Yo era un pibe en un país que lo
llamaban “La Pequeña Suiza de América”. En la década del cuarenta, iban a
estudiar a Uruguay de toda América Latina. Habíamos sido hijos privilegiados,
bastardos del imperio inglés. Y nos fue bastante bien como la República de
Argentina, que estaba orgullosa de estar entre los más poderosos del mundo.
El Río de la Plata era una cosa
distinta al resto de América Latina. Parecíamos medio europeos y, hasta por
momentos, nos pareció que éramos.
Pero eso fue un espejismo. Pasó.
El mundo se reacomodó después de la Segunda Guerra Mundial. Vinieron los
términos de intercambio y empezamos a deber al Fondo Monetario Internacional.
Esa fue mi juventud. Algo que era
muy alto y hermoso empezaba a desmoronarse. Y no hay cosa más retobada de aquel
que estando bien se viene abajo. El que está acostumbrado a estar mal se
resigna. Pero el que estuvo bien, no.
Por eso pertenezco a un
movimiento que se golpeó la boca y salió a intentar cambiar el mundo y nos
molieron a palos.
Acariciamos nuestro sueño. Eran
tiempos en que pensábamos que la dictadura del proletariado era una explicación
importante de la lucha de clases. Y, naturalmente, cada generación, comete sus
vicisitudes.
Pero aquel viejo fuego que
llevábamos adentro era tan grande que nos permitió llegar hasta hoy, siendo
conscientes de los errores que cometimos pero siendo conscientes, también, de
la gigantesca generosidad con la que abrazamos la vida.
Y cuando vemos un mundo lleno de
plata y de recursos… Parece que se les parte el alma por tener un auto viejo o
por darle la mano a un pordiosero o acercarse a un perro y darle de comer…
Añoro aquella juventud de corazón
abierto que lo entregaba y lo daba todo y no se guardaba nada para sí misma.
No reniego del pasado. No reniego
de los errores. La vida es un aprendizaje continuo. Y está llena de caminos
muertos y de pisotones.
Pero las viejas causas que nos
empujaron, siguen presentes en el mundo en el que nos toca vivir.
Nunca se ha visto tanta
concentración de la riqueza. Nunca se ha visto tanta desigualdad en un mundo
con tantas posibilidades.
Sin embargo, estoy convencido de
que el hombre es capaz de construir sociedades infinitamente mejores que las de
hoy si tiene el coraje de mirar el rumbo de las sociedades más viejas de la
humanidad, que están en el fondo de la historia.
No para volver al hombre de las
cavernas sino para entender la generosidad que implica la defensa de la vida,
para entender lo elemental y lo más simple: para ser felices necesitamos de los
otros. Los individuos solos no somos nada.
Por lo tanto, las causas
colectivas hay que levantarlas y en este momento eso tiene un nombre: la lucha
por integrarnos, la lucha por unirnos, la lucha por una cultura que respete la
diversidad pero que exprese ese “nosotros” profundo y oculto que viene de la
formación de nuestra propia historia.
Podemos y debemos, pero solo si
hay voluntad política, si hay compromiso. Jóvenes, si quieren vivir felices,
levanten una idea en la que crean, vivan para servir a esa idea, no se dejen
esclavizar por el mercado.
El mundo que tendremos será el
que seamos capaces de lograr. Y los latinoamericanos tenemos que ser, por haber
llegado tarde y de atrás, un reservorio de la civilización humana, un
continente de paz, un continente de justicia, un continente de solidaridad, un
continente donde sea hermoso nacer y hermoso morir, un continente que
dignifique la existencia del hombre arriba de la Tierra, que cuide lo
portentoso de la creación que es nuestro planeta.
Porque si no lo hacen, jóvenes,
el continente que tendrán será la cuota que paguen a fin de mes por el nuevo
cacharro que tienen que comprar. Y así sucesivamente hasta que un día los
huesos no se levanten y adiós, no queda de ti ni el recuerdo ni el aliento.
Comprométanse con la realidad. No
dividan el mundo entre negros, blancos y amarillos. No. La única división es
entre los que se comprometen y los que no se comprometen.
No creo en Dios, no creo en las
religiones, pero las respeto y no me burlo de ellas porque a lo largo de la
historia han sabido hacer algo muy bien: ayudar a bien morir.
Por eso mismo, porque es capaz de
crear un Más Allá, sé que no hay bicho más utópico que el hombre.
Pero sé que uno de estos días
seré menos que polvo. Tal vez quede una paloma dando vueltas en la cabeza de
uno.