Para Marcela Costales los movimientos sociales deben trabajar con nuevos liderazgos

FOTO: Miguel Flores
Pichincha al Día 06/10/2016

La viceprefecta de Pichincha, Marcela Costales, fue ponente en la mesa temática: Movimientos sociales, partidos y gobiernos, desarrollada en el III Encuentro Progresista Latinoamericano, ELAP 2016.

En su presentación, la viceprefecta dijo que los movimientos sociales en nuestra historia no son una creación de la última década, ni de hace 100 años. Su origen se remonta al aparecimiento de personajes legendarios como Lorenza Abimañay, nacida en un hogar indígena de Chimborazo, que siguió el camino de lucha de otras mujeres de su pueblo, como Rosa Señapanta, Margarita Ochoa, Baltazara Chuiza y Margarita Pantoja.

En 1803, Lorenza Abimañay, junto con Jacinta Juárez y Lorenza Peña, encabezó una rebelión de 10.000 indígenas en Guamote en contra de la tributación, al grito de "sublevémonos, recuperemos nuestra tierra y nuestra dignidad".

Aplastada la rebelión, Lorenza fue degollada junto con Cecilio Tanday y Valentín Ramírez "para que se perpetúe la memoria del castigo aplicado", según rezaba la sentencia dictada por las autoridades de la Real Audiencia de Quito.

Para la viceprefecta, la historia oficial ha ocultado a estos protagonistas de los movimientos sociales de antaño, sin embargo las estrategias que aplicaron constituyen un legado para replicar.

Tuvieron una comunicación permanente con los kipus y papeluchas, una capacidad inmediata de movilización, un servicio de inteligencia desplegado en el territorio, la energía constante y continuidad histórica.

La viceprefecta añadió que los movimientos sociales en la actualidad deben buscar nuevos liderazgos que den a protagonismo a grupos segregados, es el caso de los negros, indígenas, mujeres, jóvenes.

Con respecto a la mujer señaló que su inclusión no debe ser para llenar buses o listas, sino para tomar en cuenta sus experiencias, ya que siempre es la gran cohesionadora social.

Señaló que es necesaria la comunicación continental, conocer lo que pasa en Bolivia, Argentina, Brasil; que no sea indiferente lo "ajeno", sino un aprendizaje en la formación política y vocería continua.