28/03/2015
Él, formaba parte del grupo más famoso de música boliviana, "Los Kjarkas". Ella, era una solista de éxito con varios discos grabados. Fernando Torrico y Gina Gil se conocían de vista y gozaban de fama en su natal Bolivia. Pero la vida les dio un giro radical y los unió en Estados Unidos con un sólo propósito: dejar todo, empezar de nuevo y "seguir a Cristo".
Hoy son esposos, forman el Grupo Latidos y le cantan a Dios. Durante el mes de marzo visitan el Ecuador con su gira "El Vive". Durante una entrevista concedida para El Tiempo Latino, una publicación del Washintong Post Fernando Torrico, señaló; "La forma cómo Dios trabajó con cada uno de nosotros, para luego unirnos fue increíble, de una manera sobrenatural".
La cantante, oriunda de la región de Beni, había integrado grandes grupos musicales del género pop, balada y salsa. En 1995 se lanzó como solista con su primer CD "Sin Fronteras", al que le siguieron cinco discos más.
Hasta que en 2004, cuando se recibió de abogada, decidió emigrar a Estados Unidos para "crecer artísticamente". "Eso es lo que yo decía sin darme cuenta de lo difícil y competitivo que era el mundo de la música para los artistas hispanos aquí, y sin percatarme de que Dios tenía otros planes para mí ", señaló.
Gil gozaba de fama, pero ésta le había cobrado una factura muy grande. "Mi vida privada estaba deshecha", dijo al contar que con lágrimas dejó a sus tres hijos ya adolescentes para empezar de nuevo.
Por su parte, Torrico - quien había conocido la grandeza del éxito, desde muy niño, luego con con los Kjarkas y más tarde el dúo Tupay - llegó también en 2004 a Texas.
Al igual que Gil, tenía una vida familiar "destrozada". "Yo supe lo que era tener todo, y perderlo por mis propias acciones. También supe lo que fue vivir sin nada", señaló al recordar que después de haber vivido con grandes lujos, viajado por casi todo el mundo, y ser ovacionado en grandes auditorios, llegó a Virginia con uno de sus cinco hijos, una maleta, su guitarra y sólo $150 en el bolsillo. "En ese entonces no entendía el por qué de las cosas... Más tarde lo vi claramente. Dios me tenía que humillar para crecer como persona, hacerme volver a él y usarme en sus propósitos. Aún está trabajando en mí, con todas mis imperfecciones", relató al señalar que se identifica "tanto" con la Parábola del Hijo Pródigo. Estando en Virginia, Torrico y Gil coincidieron en 2005, en una presentación en un restaurante.
Con un pasado muy parecido y los mismos sueños, empezaron una relación musical y sentimental. "Pero ya Dios estaba tocando nuestras vidas" dijo Torrico.
Ambos afirman que "se entregaron a Cristo", se casaron y - en un proceso que todavía sigue - dejaron su pasado y fama para dárselo a Dios. En noviembre de 2007 fundan Latidos "que simboliza los primeros síntomas de un embarazo. Quisimos ponerle así porque 'nacimos de nuevo en Cristo' para empezar otra vez", afirmó Gil.
Torrico agregó "el artista que teníamos dentro fue muriendo y fue naciendo un adorador... Ya no son nuestras emociones las que escriben sino el Espíritu Santo".
Este sábado 28 de marzo del 2015, "Latidos" estará presentándose en el auditorio de la Plaza del Encuentro Carapungo, una extensión de la Ievi Carapungo, ubicada en las calles Jaime Roldos Aguilera y Rumiñahui junto al colegio Bonarotti desde las 19:00 horas. Información y entradas al 0998778393