31/01/2015
En busca del sustento diario varios albañiles, plomeros y pintores de todas las edades acuden desde tempranas horas al denominado sector de la Batea en Carapungo para obtener un trabajo que les ofrezca entre USD 20 y 30 diarios.
Las deudas y el pago de arriendo no esperan dice Fabian Ushco de 29 años quien acude al parque de la Batea para que le salga cualquier “chauchita”.
Así como Fabián, muchas de las personas que se encuentran en este parque se reúnen desde las 7 de la mañana hasta las 4: 30 de la tarde de lunes a viernes a la espera de algún contrato que les favorezca en su diario vivir.
Con atención desesperada miran gran parte del día sin ser contratados especialmente a principios de año en donde el trabajo es bajo.
El mayor número de obreros son provenientes de barrios aledaños de la parroquia de Calderón como San Juan, San José de Moran, Zabala, Carapungo, Marianas. Unos vienen de otros sitios como Carcelén y Toctiuco Alto.
Venancio Yuquilema quien es maestro de obra, señala que se traslada desde Toctiuco hasta Carapungo, ya que en donde vive se ha reducido el trabajo debido a la llegada de gente cubana, peruana y colombiana; quienes les han ganado las plazas de empleos a los ecuatorianos por cobrar menos. Por eso toca buscar la vida de un lado a otro. Cuando no hay trabajo toca regresar por dónde venimos. “No hay más que hacer, pero así toca seguir luchando en la vida saliendo a las calles” afirma.
Además añade que prefiere venir a esta plaza porque es más tranquilo que en otros sectores como el Caballito en Chillogallo. Ahí es peligroso existen personas que disimulan ser albañiles; cuando llegan los clientes se amontonan y roban.
Este tipo de escenario aún se vive en este sector, pese al programa Red Socio Empleo el cual persigue acabar con esta dura realidad.
Según algunos obreros del lugar, el programa Red Socio Empleo no les ha funcionado, pues todo depende la suerte. " Hasta ahora desde que soy afiliado no me ha salido un contrato, por eso mejor salgo a la Batea para conseguir cualquier contrato o cachuelito”. Indica Luis Pullay albañil.
Por otro lado José Quishpe de 35 años, señala que conseguir un trabajo fijo es el sueño de todos quienes se encuentran ahí; pero el salario básico que les ofrecen en las empresas no les alcanza para mantener a su familia; razón por la que muchas veces prefieren chauchar. /R. Encalada