“Calderón de un pintoresco pueblito cuyas primeras casas tenían puertas de cuero, situado en las goteras de Quito y atravesado por la carretera Panamericana Norte, actualmente se ha convertido en un espacio territorial de enorme crecimiento urbano y desarrollo socio cultural y dado sus característica es un gran atractivo turístico.
Pese a ello los habitantes de la Zona Metropolitana Calderón, comparten un fuerte sentido de apropiación de ciertas prácticas culturales ancestrales, que hablan de la permanencia de un patrimonio cultural vivo e intangible, que involucra valores y costumbres de mucho enjambre tradicional, como es el “Día de los Difuntos” 2 de noviembre, fecha que contempla una serie de hechos, como: la reunión de familiares y amigos en la que se prepara alimentos a compartir con los difuntos, seguidamente se visita la tumba, donde mantienen un “conversatorio” en el que se recuerda durante el día y la noche todos los sucesos vividos con el ser querido, en medio de antorchas o velas. Luego participan los alimentos preparados entre todos los presentes, sobre la tumba de su ser querido colocan la comida preferida por el fallecido y la absorción de este por la tierra es aplaudido por los presentes, según su creencia “sino realizan estas visitas el alma del difunto no les deja vivir en paz, todo el año”.
Jaime Pilatuña, morador de la Parroquia Calderón, explicó que según la cosmovisión andina “el muerto no va a descansar sino a trabajar el doble, ya que en la otra vida tiene la responsabilidad de convertirse en un nuevo ser vivo y velar por los seres queridos que deja”, es decir la muerte es la consecución de la vida, por esta razón el Día de los Difuntos es la oportunidad de compartir con los que se han ido y hacer contacto con ellos, afirmó Pilatuña.
Entre los alimentos preparados que comparten en los cementerios con sus difuntos, constan: La “Colada Morada”, “la Uchucuta” (plato de mayor tradición en la zona, compuesto por: carne, arvejas, papas, harina y maní) y más platos preparados como: cuyes, conejos, etc., en base al gusto del difunto. Esta actividad se complementa con el conversatorio mantenido por los presentes, al compartir vivencias con el difunto y concluyen con la planificación de proyectos y planes futuros. Como muestra del sincretismo entre la visión andina y lo religioso en cada uno de los cementerios de la Zona Calderón, la comunidad comparte y pone de manifiesto su tradición milenaria ante la vida y la muerte como un espacio de “reencuentro con los que han partido de este espacio terrenal”. De igual manera se celebra la eucaristía religiosa. Para reforzar la actividad cultural y garantizar su desarrollo, la Administración Zonal Calderón luego de realizar un proceso de capacitación en Emprendimientos, Manipulación de Alimentos, Ocupación del Espacio Público, Higiene y Nutrición, coordina la ubicación ordenada de 200 comerciantes autónomos y 60 emprendedores, a situarse del 1 al 3 de noviembre de 07H00 a 22H00, en 4 puntos de la zona:
1. Cementerio de Calderón (calle Carapungo)
2. Parque de los Recuerdos (calle Atahualpa)
3. Cementerio de Marianas de Calderón (calles Rafael Calvache y Elías Godoy)
4. San José de Morán (Los Geranios)
Durante el feriado de Difuntos, personal de Control de la Ciudad en coordinación con Agentes de Tránsito y Policía Metropolitana realizarán un operativo de control, con el propósito de garantizar el buen desarrollo de las actividades programadas.
FUENTE: AZCA