Luto en barrio de Chillogallo tras muerte de 3 personas

La Hora Quito 02/012/2015

Este día viernes 2 de enreoa las 14h00 familares  desconsolados  enterraron al menor de 1 año 8 meses en el cementerio de San Diego. Él es uno de los 3 muertos tras el arrollamiento de un camión durante una fiesta por el Año Nuevo.

El hecho ocurrió la madrugada del 1º de enero en el barrio 23 de Mayo de Chillogallo, al sur de Quito, y dejó, además, 13 personas heridas.

Los vecinos del sector también estuvieron en el sepelio, muchos de ellos comparten el dolor,  pues tienen a sus familiares heridos.


Al niño lo sacaron de la vivienda en un ataúd blanco. La madre estaba destrozada, apenas le dieron el alta en el hospital Enrique Garcés exigió verlo y después deseaba haber muerto.

Otro de los fallecidos a consecuencia del arrollamiento es Carmen Solano, oriunda de Machala. Participó en los festejos de fin de año en este barrio porque fue invitada por sus vecinos.


Ayer los familiares retiraron el cuerpo de la mujer de la morgue y lo llevaron a su tierra para darle cristiana sepultura.
 

Deja en la orfandad a cuatro niños de 1, 3, 4 y 8 años y 3 adolescentes.

El otro muerto sería un adolescente.

Las familias afectadas esperan el próximo lunes colocar la denuncia particular para que el responsable de esta tregedia, identificado como Franclin S, de 21 años,  sea condenado
 

El arrollamiento

Después del abrazo y de desearse prosperidad en este año vino el baile en el barrio. Alrededor de las 03:00 de pronto  apareció un camión de un peso de 8 toneladas con las luces apagadas y arrastró a los que encontró en su camino.


La fiesta se transformó en llanto, angustia y desesperación. Había gente en el piso pidiendo auxilio, otros salieron en busca del conductor y sus ocupantes, eran tres chicos, de 21, 19 y el tercero solo se sabe que huyó del sitio.


Al detenerlos lo primero que se le vino al populacho enfurecido fue hacer justicia por su propia mano. Se contó que golpearon al conductor y pensaban en quemarlo porque se asegura que estaba completamente ebrio, pero alguien razonó y pensó con cabeza fría y llamó a la Policía para que los detengan.

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