Simulacro movilizó a más de 30 mil personas

El Telégrafo 03/10/2015

Unos 29.500 estudiantes y 1.500 profesores de 63 establecimientos educativos ubicados en zonas de riesgo ante una erupción del volcán Cotopaxi participaron la mañana de este día viernes 2 de octubre en un simulacro de evacuación, coordinado por el Ministerio de Educación y la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR).

Alumnos y maestros de instituciones de las provincias de Pichincha y Napo intervinieron en el ejercicio que inició, aproximadamente, a las 09:00 de manera simultánea.

En el caso de Pichincha, 46 planteles del cantón Rumiñahui (al suroriente de Quito) y 16 de la capital participaron en la práctica; un establecimiento de la amazónica Napo intervino también.

El objetivo del simulacro fue interiorizar en los estudiantes los pasos que deben seguir en caso de un evento eruptivo del nevado.

Los cálculos de las autoridades establecen en 45 minutos el tiempo que tomaría el desplazamiento de los flujos de lodo y ceniza (lahares) entre el volcán y el sector del valle de Los Chillos, zona compartida por Rumiñahui y Quito.

Los estudiantes de la Unidad Educativa Giovanni Farina, ubicada en el límite bicantonal les tomó aproximadamente 24 minutos arribar desde la institución hasta el punto seguro asignado, la Unidad Educativa Las Américas del Valle, un kilómetro al noroccidente.

La meta, de acuerdo con integrantes de los cuerpos de emergencia, es que el traslado entre un punto y otro tome a los niños y adolescentes de un cuarto de hora a 20 minutos como máximo.

Se espera que con la repetición constante de los ensayos se logre aquello. Y las cosas estarían marchando en ese sentido. Según Joel Pérez, de 13 años y estudiante del octavo año ‘B’ del Farina, cuando se empezaron a ejecutar los ejercicios, hace un par de meses, la evacuación les tomaba “30 minutos o más”.

El adolescente afirmó que las prácticas se realizan dentro del establecimiento prácticamente todos los días, mientras que los simulacros externos (con desplazamiento al sitio seguro) se hacen, en promedio, una vez por semana.

Como una medida de seguridad, cada niño o adolescente porta en su cuello una tarjeta colgante con sus datos de identificación: nombre de la unidad educativa, de la persona, curso y paralelo, así como los datos de su representante (nombre y número de teléfono).

En la parte operativa, alumnos de los cursos superiores se hacen cargo de uno o dos de sus compañeros más pequeños y son los responsables de guiarlos en la evacuación.

El ministro de Educación, Augusto Espinosa, aseguró que en las próximas semanas se repetirá el simulacro, con la participación de planteles de Cotopaxi. En esa fase intervendrían unos 112 establecimientos educativos.

El funcionario apuntó que, primero, se planea preparar a los padres de los menores de edad sobre el plan de evacuación, a fin de que sepan cómo actuar en caso de que se produzca un cambio de la alerta amarilla por la naranja.

Espinosa dijo, también, que en caso de que ocurriera este cambio de alerta, los alumnos permanecerán en los sitios seguros hasta que los padres puedan retirarlos.

En tanto, se estudian posibilidades para evitar que la falta de actividades escolares se extienda por mucho tiempo. Para ello, se analiza “el uso de la infraestructura de otros planteles ubicados en áreas seguras para que los alumnos de las instituciones cerradas asistan a clases, por ejemplo, en las tardes”.

Cinco cabildos harán operativos en Tungurahua

El viernes 16, autoridades y técnicos de Gestión de Riesgos de 5 municipios de Tungurahua sesionarán en Baños de Agua Santa para planificar acciones preventivas debido al aumento de la actividad del volcán Cotopaxi.

En caso de erupción el descenso de lahares incrementaría el caudal del río Cutuchi, que al entrar a territorio tungurahuense toma el nombre de Culapachán, afluente que recorre varias zonas de Píllaro, Ambato, Patate, Pelileo y Baños. Marcelo Espinel, técnico de Gestión de Riesgos de este último cantón, dio a conocer los sectores que serían afectados en caso de descenso de lahares.

“El encañonado de San Martín, la zona baja de Santa Ana y Ulba y la Ciénaga, todos de Baños, resultarían con daños por la crecida del afluente. Ventajosamente en Tungurahua tenemos experiencia debido a la convivencia de más de 15 años con un volcán activo, por lo que se nos facilitan las labores preventivas”, dijo.

Explicó además que el 16 se planificará la realización de simulacros de evacuación, independientes y conjuntos, para medir la capacidad de reacción y necesidades en cada ciudad, con el apoyo de la Secretaría de Gestión de Riesgos, Instituto Geofísico, Comité de Operaciones de Emergencia provincial.

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