El Comercio Quito 26/10/2015
El pedido fue claro: que se cierra la cantera porque pone en riesgo la vía principal. La mañana de este sábado 24 de octubre del 2015, cerca de un centenar de moradores de las parroquias del norte del Distrito Metropolitano de Quito cerraron la vía Culebrillas que une San Antonio de Pichincha con Perucho.
Desde las 05:00 hasta las 08:30, habitantes de Puéllaro, San José de Minas, Atahualpa, Chavezpamba y Perucho bloquearon los dos carriles de la carretera para exigir a las autoridades que escuchen su pedido.
Guido Alvarado, presidente del Gobierno Autónomo Descentralizado de Perucho, dijo que no se trataba de una huelga, sino de un rechazo al funcionamiento de una mina que opera desde hace nueve meses junto a la vía Culebrillas y que pone en peligro la calzada.
“La Ley dice que ese tipo de trabajos deben realizarse al menos a 25 metros de la vía, pero eso no ocurre aquí”, señaló.
Desde la apertura de la mina, los moradores han entregado comunicados a las autoridades sin obtener respuesta, aseguran.
Sostienen que ni la Alcaldía de Quito ni la Secretaría de Ambiente ni el Ministerio de Obras Públicas han dado la apertura necesaria a la comunidad para abordar el problema.
Tarcisio López, vocal del Gobierno Autónomo Descentralizado de San José de Minas, dijo que las parroquias esperaron 18 años la pavimentación de la Culebrillas. El año pasado el Ministerio de Obras Públicas y el Gobierno Provincial la pavimentaron luego de los temblores que provocaron derrumbes en la Panamericana Norte y dejaron a la Culebrillas como una de las dos vías alternas para ir al norte del país.
A finales de octubre del 2014 se habilitaron los 21,5 km que unen Rumicucho (en San Antonio de Pichincha) con Perucho. La vía se repavimentó y se señalizó, lo que incrementó el número de visitantes a la zona. En esos trabajos, el Ministerio de Obras Públicas invirtió no menos de USD 2 millones. El Consejo Provincial da mantenimiento a la vía, y aportó con USD 280 000 para obras complementarias de drenaje. Hoy la vía es utilizada por un promedio de 500 vehículos al día, en especial por las personas que viven de la cosecha y que sacan sus productos como leche, frutos cítricos y hortalizas hacia la capital.
Pero hoy, la vía que tanto cuidan los moradores, se está deteriorando, afirman, debido a la cantera y al paso de volquetas.
Pedro Encalada, dueño de la cantera en conflicto, aseguró que cuenta con todos los permisos y que el trabajo que allí se realiza es el adecuado.
Cuenta con permiso para realizar explotación artesanal. No obstante, dice estar en plan el cierre de la mina.
Mientras la protesta se desarrolló, decenas de autos esperaban que la vía fuese habilitada para poder cruzar. Finalmente, pasadas las 08:30, las personas se retiraron y el tránsito vehicular se normalizó.
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