Diario El Comercio 14/05/2015
Estudiantes de la Universidad San Francisco de Quito crearon la campaña Yo lo recojo ¿Y tú? que busca incentivar a las personas a recoger las heces de sus mascotas de los espacios públicos.
La multa por no recoger las heces de su mascota en áreas públicas en Quito puede ascender hasta USD 80, el 21% de una Remuneración Básica Unificada. Esto de acuerdo a la Ordenaza Municipal 48 que está en vigencia desde el 2011.
Un grupo de estudiantes de la Universidad San Francisco de Quito constató, mediante una encuesta, que la mayoría de los habitantes de la capital desconoce la sanción establecida por este acto.
De hecho, según datos recolectados por ellos, en Quito, Cumbayá y el Valle de los Chillos, 178 de los 267 encuestados reconocieron tener un perro. Sin embargo, de esos, solo cuatro aseguraron recoger las heces de sus mascotas cuando los sacan a pasear.
Según Gabriela Jaque, estudiante de Periodismo Multimedios de la Universidad San Francisco de Quito y vocera de la campaña Yo lo recojo ¿Y tú? , “las heces no solo contaminan el agua y el aire, también son un criadero de parásitos que causan varias enfermedades que no solo afectan a los perros, sino también a los seres humanos”.
Los microbios provenientes de las heces que con el tiempo se desintegran en el aire libre se introducen al organismo de un ser humano. Esto puede ocasionar infecciones y daños en las vías respiratorias.
La idea de la campaña es generar conciencia en las personas sobre “el daño que nos hacemos unos a otros sin saberlo e impulsar el cumplimiento de una norma básica de urbanidad y convivencia: si lo ensucio lo limpio”, asegura Jaque.
Para generar conciencia sobre esta problemática, los estudiantes organizaron un evento que tuvo lugar el pasado 9 de mayo en el Parque Metropolitano Guangüiltagua, frente al parqueadero Chuqipata. Allí representantes de la Agencia Metropolitana de Control hablaron sobre la tenencia, protección y control de la fauna urbana.
Además se realizaron actividades para incentivar los lazos de convivencia entre las mascotas y sus dueños. Los estudiantes también repartieron información sobre las enfermedades y contaminación generadas por las heces caninas no recogidas.
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