03/10/2015
El día de los difuntos, para la
parroquia de Nayón, ya no es como en años anteriores. Pocos son quienes van a
comer y rezar frente a la tumba de sus muertos.
Para don Celso Achig, quien se
encontraba remodelando la tumba de su padre, esta fecha es importante ya que
desde hace dieciocho años que su padre
murió viene a pintar y limpiar el nicho en donde se encuentra. En esta ocasión
fue con su hermano ya que el resto de hermanos están fuera del país.
Don Luis Anaguano, visitaba a su
padre junto a su esposa e hijos. Él nos cuenta que ya no mantienen ninguna
tradición, más que limpiar el nicho para su conservación. Después de pintar se
irían a comer en su casa.
José Pillajo con lágrimas en los
ojos, mencionó; que fue a visitar a su madre, hermano y sus abuelos. Él
acompañado de su esposa, hermanos, sobrinos e hijos, señala que al menos en
esta fecha la familia esta junta. Comentó que cuando vivía su madre doña
Transito Anaguano, venía a la tumba con lo que le daba la tierra, en este caso
la chirimoya. Doña Transito fue una de las ultimas que hacia rezar frente a la
tumba de su padres. Ellos quieren mantener la tradición con respeto y unificación
familiar.
Al salir del cementerio, nos
encontramos con la señora Margarita Lugmaña. Comerciante de coronas y arreglos
florales por más de 20 años en las afueras del cementerio. Las ventas ya no son
las mismas de antes, debido a la competencia masiva, señala. Además cada vez va
menos gente “ya parece que se están olvidando de las personas que uno debería
recordar mientras uno tenga vida” agregó. Es así como las tradiciones en los
cementerios están muriendo junto a los seres queridos que vivirán en las
tumbas. /J. Burga
hermosa la publicacion sobre el día de los difuntos en la parroquia de Nayon, que valoren el trabajo de una mujer que lo ha hecho durante muchos años.
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