El Telegrafo Quito 13/10/2015
El servicio que prestan a diario alrededor de 300 unidades de transporte informal desde el barrio de Carapungo hasta la av. Naciones Unidas, norte de Quito, ayer se paralizó y frustró el traslado de los habitantes de este sector. “Es complicado que hoy no existan estas rutas alternativas que nos ayudan mucho a llegar en menor tiempo al trabajo”, dijo Elva Osorio.
Desde muy temprano, los conductores informales decidieron cerrar la vía de ingreso a la zona como una forma de presionar para que el Municipio de la ciudad reconozca y regularice el servicio que prestan.
“El Alcalde nos ofreció en su campaña regularizar el trabajo que realizamos por más de 10 años. Fue un compromiso que asumió a cambio de los votos y el apoyo que le dimos”, indicó Andrés Benítez, conductor.
Según los manifestantes, desde el jueves de la semana pasada se incrementaron los operativos de control de este tipo de servicios que dejaron más de 25 unidades detenidas. “Somos perseguidos por los agentes de tránsito como ladrones. Nos tienen grabados porque a un compañero le han cogido sin pasajeros”, reiteró Benítez.
Los conductores informales indicaron que han intentado hablar con algún miembro de la Comisión de Movilidad del Cabildo, pero hasta el momento no han tenido respuesta.
Ayer dialogaron brevemente con Raúl Cárdenas, coordinador de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), en la parroquia de Calderón. “Los operativos los hacen grupos específicos de control de transporte informal en el que nada tengo yo que ver”, acotó Cárdenas.
El funcionario aclaró que el organismo encargado de la regularización de este tipo de transporte es la Secretaría de Movilidad del Municipio y se comprometió a interceder para que los manifestantes logren una cita con el titular de ese organismo, Darío Tapia.
La Policía Nacional también se dio cita en el lugar y, tras informar a los conductores que cerrar vías está penado por la ley, pudo habilitar el tránsito vehicular en el sector.
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