La procesión del señor del árbol todo un acto de fé

19/07/2016

La procesión del Señor del Árbol es una de los hechos de mayor fe religiosa  del pueblo pomasqueño que se  celebra cada año en julio como parte de los festejos de  la parroquia, en donde vienen devotos y  gente de otros lugares.
  
Son las 12 de la mañana.  Los fieles creyentes empiezan el recorrido detrás del Señor del Árbol quien es cargado en hombros por varios hombres y mujeres. Al son de la banda y el sonido fuerte de los silbadores que revientan en el cielo, los devotos rezan y cantan  en su honor. Los pétalos de rosas caen sobre él. ¡Que viva! el Señor del Árbol grita un prioste y los devotos responden  ¡Que viva!.

Previo a la procesión y a la  misa campal ofrecida por sus priostes en agradecimiento por los favores obtenidos, los payasos bailan al ritmo de la banda de San Enríque de Velasco mientras Marco Simbaña uno de los priostes de este año brinda cerveza para calmar la sed de los danzantes.

En foto. Yolanda Pozo

Yolanda Pozo  otra de las priostas encargada de los festejos comenta  que la procesión y la misa se la realiza por  un acto de  adoración y agradecimiento porque el Señor del Árbol cumple lo que dice. “Le pedí que me curara de una grave enfermedad  y lo hizo”. Expresó.

En foto. Señor del Árbol. Imagen del rostro tallada por  el escultor Caspicara.

En foto. Jorge Vargas fiel devoto coloca billetes al Señor del Árbol para la prosperidad  económica.

Los feligreses lo tocan, cierran los ojos y se persignan.

Según la leyenda del Señor del Árbol tiene más de 400 años. En el parque de Pomasqui los campesinos dejaban a sus mulas atadas a un árbol. Al regreso encontraban a sus animales postrados frente a él. Al ver la escena, los pobladores pensaron que una presencia divina se posó en el árbol.

"Hubo milagros en el sector y, por eso, se talló la cara de Cristo en el árbol. El resto de la imagen ya estaba formado. El árbol se llama Quishuar (de Dios)".

El padre Mario Vaca Párroco de la iglesia de Pomasqui exteriorizó que estas creencias se remontan  a la época de la evangelización y que hay muchas tradiciones, leyenda y culto sobre el tema. Pero el verdadero sentido del Señor del árbol es lo que Jesucristo decía: yo soy el árbol y ustedes las ramas, el que está unido a mi tiene vida. La mayor parte de personas que vienen a venerarlo le piden salud, bienestar y trabajo.

Cerca de las 2 de la tarde el Señor del Árbol regresa a su altar y los festejos continúan en el Parque Central. Como parte de la tradición cada uno de los priostes lleva a sus invitados a sus casas para compartir de la música la comida y el baile. /R. Encalada.

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