UNA GRAN EXPERIENCIA SE VIVIÓ EN LA CICLEADA RURAL A GUALEA


“Nos quedan 10 minutos, cúbrase con una gorrita, no se olvide del protector solar y  el repelente y colóquese en la línea de partida”. Fueron las indicaciones finales del coordinador de la Cicleada rural de Gualea, el sábado 13 de septiembre, que cubrió 10 kilómetros, desde La Armenia con dirección a Tulipe y culminó en Gualea.
Eran las 10:10; los 30 ciclistas participantes comenzaron a subir una pequeña cuesta que los conecta entre la cancha de vóley de Gualea Cruz hasta la vía principal. Se dio la partida, arrancaron en primera fila niños y niñas, un minuto más tarde jóvenes y adultos.

El primer tramo de la cicleada comprende tres kilómetros. El recorrido comienza por una planicie de la vía La Armenia-Pacto, con dirección a Tulipe. El paisaje para la mayoría es conocido. Lo disfrutan todos los días: árboles, ríos, aves y mariposas que cruzan la vía y juegan con los veloces participantes.

Después de una planicie de un kilómetro, comienzan dos kilómetros de subida. En este tramo Susana Dávila, una turista de la ciudad, se dio por vencida. “Debo ser sincera y responsable con mi salud, por lo menos me saqué la pica de ciclear en este sector”, comenta.

En Tulipe les espera el abastecimiento de agua y la revisión de las bicicletas. Además, se dio el tiempo necesario para que los agentes de tránsito puedan evacuar los vehículos parados por la cicleada.

Juan Carlos Llerena, de 10 años, vive en Gualea Cruz. Su estatura apenas pasa con unos centímetros la altura total de la bicicleta y sin embargo se desempeña con total solvencia en la competencia.  Nunca se sienta para ciclear.  Los hace de pie a lo largo de los 10 kilómetros del recorrido total.  “Me gusta la bici porque hago ejercicio, así voy a la escuela todos los días”, menciona.

Una vez más, todos están listos para la partida, es el momento de volver a Gualea Cruz, sitio de la partida inicial, para continuar hasta Gualea Centro.

Ángel Rodríguez llama la atención de todos los espectadores y participantes.  Tiene 13 años y hace 7 perdió un brazo en un trapiche. “Me equilibro con el cuerpo, no es difícil, pero ya estoy acostumbrado”, responde frente a las preguntas de muchos participantes.

Los siete kilómetros faltantes para llegar a la meta son bastante dificultosos, sobre todo por las subidas empinadas, muchos prefieren hacerlo a pie. Luego una bajada de 2 kilómetros muy pronunciada que anuncia la llegada a Gualea Centro. “Irán frenando” recomienda Carlos Ramos, Presidente del Gobierno Parroquial de la parroquia anfitriona.

La población

Gualea se asienta en un pequeño valle, a 85 km de Quito. Es parte de la Administración Zonal La Delicia y la caracteriza, junto con las parroquias Nanegal, Nanegalito y Pacto, es su riqueza en flora y fauna. Está en el corredor del Chocó Andino, una de las 10 áreas de mayor biodiversidad del planeta.

La ambulancia del hospital de Nanegalito atendió a una persona que, por el esfuerzo, presentó mareos y vómito. “Nada grave” indicaron. En un momento se recuperó y retomó la carrera.

Finalmente de los 30, 29 participantes llegaron. Para sorpresa de muchos los niños fueron los primeros en finalizar la ruta. Brandon Valencia, un pequeño de 11 años se sumó a la cicleada desde Calderón. Le encanta manejar la bicicleta, es la primera vez que visita Gualea y quiere volver con toda su familia.

Un delicioso refrigerio y mucha agua esperó a los ciclistas. La ruta concluyó a las 12:30.

La cicleada fue organizada por el Municipio de Quito y el Gobierno parroquial de Gualea como parte del Encuentro de las culturas de las parroquias rurales del Distrito Metropolitano de Quito “Gualea 2014” a desarrollarse en octubre.

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